La incombustible Krissy Lynn —en activo desde el 2009— dijo públicamente hace unos años que no veía porno de otras compañeras porque no quería que le influyeran de ninguna manera en su modo de expresarse sexualmente. Quizá ese talante único y personal cuando rueda, junto con sus indudables encantos físicos, sean lo que le hayan permitido labrarse una admirable carrera profesional. No debemos obviar su formidable progresión dentro de la industria porno norteamericana. De hecho, sus numerosos años en el oficio y su conversión a MILF no han provocado que su implicación y su habitual ritmo de trabajo decrezcan en absoluto. En esta faceta de mujer cuajada y madura genera aún más morbo como podemos comprobar en esta entrega de Brazzers, donde la ardiente Krissy demuestra una vez más sus tablas para esto del sexo filmado.
Anal extra
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