Uno de los talentos jóvenes más destacables del porno americano ahora mismo es Gina Valentina, una preciosidad morena probablemente con algún rasgo latino, pero que compensa su menudo tamaño y esbelta figura con una actitud del todo entregada a la causa, una implicación vehemente, casi febril. Hoy la vemos en un ejercicio sexual que no es su especialidad pero al que no duda en enfrentarse no solo una sino dos veces: la garganta profunda y la mamada húmeda, primero con un Moe Johnson cuyo tamaño parece atragantársele (literalmente) y que tiene algún problema de más para conseguir correrse, pero luego llega Jonni Darkko, que por algo es el director de la película y se asegura derecho de pernada, y con su tamaño mucho más asequible sí que parece sentirse mucho más cómoda y dueña de la situación. Podéis encontrarse esta escena doble en Facial Fantasy #2 de Evil Angel.
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