Gina Valentina
Nacida en Brasil pero afincada en Los Angeles desde muy joven, Gina afirma que en el instituto fue siempre la típica hippie que se pasa el día hablando de cuestiones trascendentales sobre la vida, la muerte y el universo, y pronto se dio cuenta de que se sentía más a gusto entre chicos. Le encantaba el porno anime (o hentai), pero dice que no consumía mucho porno: simplemente follaba mucho. Dice que eso fue lo que la convirtió en una pervertida. Dice que su primera mamada se la dio a un amigo de su hermano que era el mayor bully abusón del instituto, pero que a ella le pareció siempre muy sexy.
Quizá esa atracción irrefrenable por lo incorrecto fue también lo que le llevó a entrar de cabeza en la industria del porno poco después de cumplir los 18 años, y lo cierto es que sus primeros pasos no pudieron ser más meteóricos: su aspecto de teen combinando con una voracidad sexual insólita la han convertido en uno de los máximos exponentes del porno de su generación y, si sigue así, también de todo el porno internacional en este nuevo siglo. Ella misma admite que el secreto de su éxito se basa esencialmente en soltarse ante la cámara y dejar salir al «animal sexual» que vive oculto en sus entrañas y que cuando se deja ver hace temblar la cámara y a sus mismos compañeros, algo que no es difícil comprobar observando el rostro de sus partenaires, a menudo impresionados ante tamaño despliegue pornográfico saliendo de un cuerpo tan pequeño.
No hace falta destacar escenas concretas de su filmografía porque Gina lo da todo en todas, pero ella misma asegura que el tipo de trabajos en los que más a tono se pone (y siempre insiste: ella ama su oficio) es cuando el hombre que la acompaña ejerce un rol dominante.
En una de sus primeras entrevistas, en marzo de 2016, Gina afirmó que sus dos objetivos en el porno eran explorar a fonda su sexualidad y convertirse «en una pornstar de verdad, con alguna nominación a premios de la industria». Lo primero no sabemos cómo lo lleva porque es algo muy persona, pero de lo segundo ya no hay duda: en el momento de escribir estas líneas (verano de 2018) ya acumula casi una veintena de nominaciones AVN, XBIZ y XRCO. Y lo que te rondaré, morena.