De cadera ancha como las michoacanas de la región de Tierra Caliente, esta chaparrita de 155 cm de altura, o tal vez menos, grandes ojos marrones y breves tetas emprendió desde que era apenas una adolescente el vuelo hacia los Estados Unidos. Ya traía en mente a qué se iba a dedicar para ganarse la vida, y tal vez conquistar alguna fama. Nacida en 1982, los inicios de su carrera amateur, en 2004 a los 22 años, transcurrieron bajo el amparo de los narcotraficantes de la violenta región, quienes en sus atrincheradas fincas como locación participaban del elenco y financiaban todo el set de filmación en el terreno aficionado. Debutó como actriz porno profesional en 2015 a los 33 y se rumora que han sido ellos los que siguen patrocinando sus actuaciones acá en las cercanías de Hollywood.
Desde entonces, a esta escultura corporal de 45 kg y medidas de 34-24-34 no le han faltado ofertas para coaligarse con actrices famosas y productores porno de renombre, quienes constantemente le presentan variadas pollas para lucirse en cualquier escenario que le sea posible. De 2004 a 2017 ha participado en 85 películas porno, la mitad de ella solo en el primer año. Ciertamente, en la mayor parte de sus filmes no parece interpretar otro papel que el de una mujer follando y disfrutando de pollas, que, cuanto más grandes, mejor estarán en alguno de sus orificios. Como pocas mexicanas, ha catado Mandingo y otros de calibre semejante, pues se le nota fuerte inclinación por la acción intensa polimorfa. Así ha retenido la cruda de más de media centena de actores en filmaciones de sexo rudo. No sobresale su empeño en crecer como actriz. No obstante, dice un publicista “Es reconocida como una actriz destacada y ha ganado numerosos premios por sus excepcionales actuaciones”.
Aquí presentamos una escena que le va como anillo al dedo: muñeca de carne y hueso, pero al fin muñeca. Carente de vida es manipulada por sus folladores y ella tiene que dejarse hacer. Sin mostrar expresión alguna sensorial, auditiva y visual, será simplemente un objeto para usar y después ser arrojada, como se arroja de costado un papel viejo. ¿Conseguirá mostrarse como verdadera estatuilla de satisfacción sexual?
Bolas extra
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