Quienes condenamos firmemente y sin fisuras todo acto relacionado con los abusos a los animales no somos menos recios con el depravado comportamiento de los zoófilos. Sin embargo, simpáticos vídeos como el que sigue a estas líneas le ayudan a uno, si no a perdonar su actitud, al verles desde una perspectiva algo más comprensiva. Y es que, aunque no se ve ni un triste culo, entre el rebaño de ovejitas hay alguna que ya nos gustaría ver por aquí clasificada en otra categoría.
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