En Orgasmatrix conocemos como “el síndrome del gorrión” aquel trastorno sobre el reflejo eyaculatorio; cuando treinta segundos dan para erotizarse con una apuesta damisela, empalmar el aparato y eyacular como un campeón. Esta escena de Bangbus con la actriz Amber es una muestra más de lo complejo que es el primer día de trabajo para un actor porno. En cierta ocasión alguien preguntaba si para llegar a ser actor porno hacía falta estudiar alguna carrera universitaria, pregunta de difícil respuesta pero que viene como anillo al dedo para presentar el estremecedor documento de un joven en su primera cita ante un “camarógrafo porno”.
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