Persia Monir

Lo de Persia Monir raya lo sobrenatural. No sabemos qué elixir de juventud toma esta señora, pero que una mujer sexagenaria (nacida en 1958) conserve tal tipazo y sex appeal es de Expediente X.

De padre iraní y madre angloamericana, Persia paso sus primeros años en Oklahoma City, pero pronto se mudó con su familia a Memphis, donde desarrolló su afición por el arte y el baile. Con tan solo 19 años de edad se casó con un baterista que conoció en un musical, para poco después graduarse como enfermera, oficio en el que trabajó durante 15 años.

A finales de los ochenta su matrimonio entró en crisis e inevitablemente terminó en ruptura después de diez años de relación. Tras su separación, partió para Florida, donde compaginó el trabajo de enfermera con otras actividadades como el golf. Debido a su rol de madre soltera, comenzó a tener deudas y a sufrir fuertes presiones fiscales, lo que motivó que buscara otras salidas laborales, entre ellas la de striper.

Persia se consolidó en esta nueva faceta y en 1997 lanzó, con 39 años, su propio sitio web: Persia’s Palace. Después comenzó a rodar contenidos como actriz de softcore, lo que le sirvió para aparecer en 2004 en revistas especializadas y para rodar porno hardcore con sus impresionantes 46 años. No obstante, hasta cerca de los 50 años no protagonizó su primera película porno, «Share My Cock 9», producida por Dirty Angel y coprotagonizada por Puma Swede, Claire Dames, Britney Stevens y Amy Reid.

El impulso definitivo de su carrera como actriz porno llegó a finales de 2009, cuando rodó la película «Mommy Blows Best 3», dirigida por Sacott Hancock y coprotagonizada por Francesca Lee, Ginger Lynn, Hunter Bryce y Darryl Hanah.
Con 81 películas a sus espaldas, la milf más maciza del planeta se retiró en el año 2016, dejando un reguero de semen y babas entre su público.