Monica Santhiago

Tras solo tres años de trayectoria, tuvimos que despedirnos entre lágrimas y sollozos de uno de los más espectaculares maduras culonas que la gloriosa Brasil ha puesto en territorio yanqui. Su asombrosa movilidad, sus morbosas marcas de bronceado, su ano capaz de todo y su característico tribal en el muslo izquierdo quedaron marcados a fuego en la memoria de sus no poco fans, que aun aparecen por los foros esperanzados de un posible retorno.

Esta licenciada en psicología y psicopedagogía ejerció durante ocho años como profesora de educación infantil, hasta que perdió el empleo y decidió meterse a prostituta de lujo. Pronto conoció al actor Don Picone, que la introdujo en el porno y con quien acabaría casándose y teniendo una hija. Famosa por hacer de todo y con todos sin el más mínimo atisbo de escrúpulo (se metía el rabo de Lex Steele por el ano como quien se mete un palillo en la boca), ha dicho alguna vez que su tan criticado tatuaje se debe a una promesa que nunca ha revelado, pero tiene algo que ver con una santa que murió atrapada entre alambre de espino.

En 2010, tras tres años de prosperidad porno, Monica dejaba el negocio y se casaba con un abogado. Actualmente todavía hay productoras que lanzan material suyo debido a que sus contratos eran de muy larga duración, pero desde el anuncio de su retirada no volvió a grabar nada más. Transcurridos varios años desde su retirada, siguen llegando a Orgasmatrix nostálgicos en busca de sus escenas.