Cicciolina

Lo que en la gala de los premios AVN suelen llamar crossovers, la cualidad de una pornstar para influir en la vida pública además de en la industria del porno, no es un invento nuevo aunque la popularidad de gente como Stoya, Sasha Grey o Amarna Miller se hayan convertido en totems recientes de esta especie de fama paralela. Una de las mayores precursoras de este estilo de vida dual fue la húngara Cicciolina, una starlet que trabajó mayormente en Italia y Francia durante dos décadas, desde mediados de los setenta hasta la década de los noventa, pero que multiplicó su popularidad cuando decidió meterse en política y desarrollar una carrera musical.

En 1979, con la nacionalidad italiana tras casarse con un italiano, se presentaba como cabeza de lista de Lista del Sole, el primer partido ecologista de Italia. En 1985 se presentaría como candidata del Partido Radical haciendo campaña apareciendo en topless en lugares públicos para abogar contra la energía nuclear, la OTAN y la desigualdad económica con el Tercer Mundo, y hasta logró convertirse en parlamentaria como número dos de su lista. En 1991 volvería a las andadas y fundaría junto a la también actriz porno Moana Pozzi el Partido del Amor, una iniciativa entre la sátira política y la organización libertina que proponía la regulación legal de la prostitución, la ampliación de la educación sexual, la revisión de la ley de obscenidad y un número de peticiones ecologistas y naturistas. Tras presentarse en dos ocasiones a las elecciones por la alcaldía de Milán, en 2012 vuelve a fundar un nuevo partido: el DNA (Democracia, Naturaleza y Amor) también se centraba en la legalización de la prostitución, la regulación laboral de las putas y su reconocimiento profesional, el matrimonio homosexual, una renta para jóvenes desempleados y un programa de regeneración institucional.

En cuanto a la música, Cicciolina hizo sus primeros pinitos como cantante en 1976, una carrera artística que duró hasta 1994 y en la que llegó a sacar cuatro álbumes.

Como pornstar, tras casi una década de softcore y erotismo inocente, en 1983 se atrevió por fin con el porno hardcore. Trabajaría en el negocio hasta 1991 haciendo de todo, desde sexo anal, dobles penetraciones, sadomasoquismo y lluvia dorada hasta incluso participar en una película con John Holmes aún sabiendo que había emigrado a Europa porque en Norteamérica no le daban trabajo debido a haber contraído el VIH.

En la actualidad Cicciolina vive de la propia fama que generó en años pasados y asegura que practica el catolicismo mientras espera que le propongan rodar una «película porno artística», que será la última de toda su carrera.