2025 fue el año en el que Nicole Kitt dejó de tantear el terreno y empezó a pisar fuerte. Concretamente, Julio marcó un punto de inflexión con su primer gran salto para Brazzers y, lejos de levantar el pie, apretó el acelerador con Cats Eye, un escaparate personal en cuatro actos para Elegant Angel que, además, escribió ella misma. Control creativo, ambición y ganas de jugar en ligas mayores, todo en el mismo paquete. Ese proyecto sirvió para tachar varios hitos de golpe y para dejar claro que el crecimiento iba en serio. Un ritmo de rodaje elevado y una productividad afinada que cerró el año con unas treinta escenas bien colocadas. El resultado llegó a modo de reconocimiento, logrando una primera nominación a Female Performer of the Year y siete menciones más en los AVN. Así que Nicole Kitt terminó el año instalada en un escalón superior y con pinta de no bajarse pronto.
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