La inmensa mayoría de escenas que cuelgan de Sis Loves Me, a pesar del título aparentemente adorable del website, tienen un punto algo turbo en común: muchas de ellas se basan en el chantaje como forma de conseguir sexo, ya sea en una dirección (el hermano hacia la hermana) o viceversa. Supongo que es la única manera que han encontrado sus guionistas, si es que tienen alguno, de hacer creíble esa ruptura moral que implica el incesto simulado, por mucho que nos hablen de parentescos no consanguíneos. Es un juego de rol muy mejorable, pero si nos sirve para ver un POV en el que Maddy O’Reilly está dispuesta a entregar el culo, haremos el sacrificio de ignorar el contexto.
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