Es una lástima que una ricura como Layla Jenner no se implicara más en este negocio, pero tan solo en su año de debut (2023) tuvo cierta continuidad en los sets de rodaje, aunque se fue diluyendo progresivamente sin saber exactamente el motivo. Aunque es probable que un sugar daddy la colme a caprichos y el porno ya no esté entre sus planes en la actualidad. Y es que esta chica es capaz de engatusar al menos pintado. Sea como fuere, Layla podría haberse convertido en el relevo de la malograda Emily Willis, pero con mucho mayor compromiso y atrevimiento, claro está. Ahora bien, como lolita y objeto de deseo pervertido de amantes mayores tiene pocas rivales.

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