Carmela Clutch, una miamense de 37 años, confesó que su estreno sexual a los 17 fue un fiasco total. Tras un rebote amoroso, se lió en un trío para probar con chicas y descubrió que era bisexual de cabo a rabo, o de coño a rabo, en este caso. Ya en el porno, un tipo le dio un vuelco durante una escena de fetiche de pies; al metérselos en la boca mientras la follaba, Carmela chorreó como nunca. Así que ahora le pira que le laman los dedos. Aprendió que le van los tirones de pelo y que la dominen, pero también ella pone de rodillas a otras actrices. Uno de sus propósitos era conseguir un squirt a voluntad, y lo logró, pues con un vibrador y mucha dedicación, ahora empapa a petición. Hasta se ha bebido el chorro de otras en sus escenas. Reconoció que es una yonqui del sexo; en sus días más calientes ha estado hasta 22 horas seguidas masturbándose. El siguiente vídeo casero evidencia que no es una hembra precisamente frígida.
Anal extra
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