Kitana Montana, 32 años, es un putón verbenero con ciertos aires de grandeza porque dice tener claro que no solo trabaja en el porno, sino que ella es el porno. Y es que, como se puede apreciar, la chica no necesita abuela. Comenzó su carrera cerda en Holanda hace cinco años y desde entonces se ha hecho con un nombre como actriz porno y productora. Como dato curioso, eligió su pseudónimo inspirada en la guerrera Kitana y en Tony Montana de Scarface, puesto que también quiere montar su propio imperio. Le gustan los rodajes intensos, reconoce que disfruta especialmente de las corridas internas y sobre sus pechos, y manifiesta que su enorme busto operado es su mejor arma de seducción. Aunque suele mostrarse dominante en escena, también marca sus límites; nada de juegos de sumisión extrema. Kitana se define como apasionada de su carrera, asegura que todos los hombres que le entregan su esperma la hacen feliz y transmite un mensaje simple a sus fans, no tener complejos con sus cuerpos, comunicarse y disfrutar del sexo libremente.
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