El otro día mencioné una curiosidad sobre James Deen de la que debíamos hablar más a fondo tarde o temprano. En su web oficial, como en tantas otras, ofrece escenas qué él mismo ha grabado en cámara estática (un poco al estilo de la serie Raw de Manuel Ferrara) con pornstars conocidas y, aquí viene lo bueno, admiradoras del actor. En la propia web hay un formulario para que señoritas que fantasean con follarse al playboy judío ante una cámara contacten con él y juntos organicen los preparativos de su debut en el porno.
Hoy rescatamos una de esas escenas, además bastante especial por un detalle: la chica a la que se zumba aquí se hace llamar Gwen Derringer, el pseudónimo de Jenn Tisdale, de Washington D.C., una monologuista, guionista y colaboradora en la edición americana del Huffington Post. Resulta interesante notar los nervios en Jenn y ver la plena seguridad en sí mismo que desprende James hasta el momento de tomar la iniciativa. Y es que actrices porno follándose a tipos corrientes hemos visto decenas, pero el caso contrario no es nada habitual. Y mucho menos con ese nivel de química.
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