Maniobras manuales de uso en pareja

Maniobras manuales de uso en pareja

El probador
Entrar con suavidad, como mojarse los tobillos antes de la zambullida. Sirve para tantear el terreno y ver cómo reacciona la mujer, pero salvo casos de hipersensibilidad manifiesta, solo es una maniobra temporal y nunca permanente. Cuando el dedo entre y salga con facilidad es momento de pasar a otra fase. También es útil para identificar zonas concretas con exactitud y atacar después con los refuerzos.

El servicial
Insertas el índice y el corazón (el anular es opcional) en la vagina de una chica. Es el misionero del sexo manual: muy bien la mayoría de veces, pero usarlo sin variaciones terminará provocando aburrimiento. Muy útil si eres experto en hacer cosquillitas al punto G.

El inesperado
Insertas el índice y el corazón en la vagina, y el meñique de improviso por el ano. Lo mejor es relajarla con los dos primeros y cuando esté desprevenida abusar de su confianza. Se sentirá dominada y eso le gustará. Muy importante el cambio de ritmo.

El Spock
Se insertan el índice y el corazón en la vagina y el anular y el meñique en el ano. Parecido al inesperado pero en nivel avanzado. Usar con prudencia.

El molón
El equilibrio perfecto para momentos de alta intensidad: los tres primeros dedos en la vagina, dándolo todo, y el meñique culminando la cima del clímax dándole el estímulo justo al ano. Usar solo cuando la cosa ya está muy encaminada. Amor de por vida garantizado.

El cortarrollos
El primo tonto del Inesperado. La mayoría de veces provocará que el bar cierre y el camarero te mande a tu casa. Cuidado con él. Si se sabe utilizar en el momento adecuado con la mujer adecuada, puede dar un resultado inigualable. No te la juegues y consensúalo porque si te sale mal puedes llevarte una sorpresa marrón y una orden de alejamiento.

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