En una semana en la que nos enteramos de que la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan, se ha ido económicamente a tomar por el culo (la farolas se apagan después de dos horas cada noche y se venden casas enormes por 3.000 dólares rodeadas de barrios fantasma habitados por yonquis y vagabundos), recordamos al mayor héroe de la ciudad del motor.
El gran RoboCop sigue siendo un símbolo y desde que en 2011 se consiguiese financiar la confección de una estatua honorífica, el pasado mayo aparecían estas fotos con el primer prototipo del monumento. Entonces se decía que a finales de este verano se instalaría a RoboCop en algún sitio del centro, pero tras este derrumbamiento ya no se sabe muy bien si el proyecto saldrá adelante o no.
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