El pasado viernes fallecía Marland Anderson, de 39 años, conocido en la industria del porno como Sledge Hammer, tras pasar cinco días en coma después de que una unidad de la policía de Los Angeles le disparase con unos tasers o pistolas eléctricas cuando éste intentaba autolesionarse.
Según explica su novia, Marland llevaba tiempo luchando contra un período de insomnio muy severo que estaba afectando a su salud mental y en uno de sus brotes intentó suicidarse colocándose un cinturón en el cuello y usando un cuchillo para evitar que ella se acercara para quitárselo. Dice la joven, que en uno de estos forcejeos tras llamar al 911, sufrió un corte en su dedo meñique y cuando él vio la sangre inmediatamente abortó su plan y se derrumbó junto a ella. Cuando llegó la policía, relata la chica, él salió desarmado y pacíficamente diciéndoles que tenía miedo y que estaba muy cansado. Ella les explicó la situación y subrayó que Marland necesitaba un hospital, no un calabozo. En ese momento el actor entró en pánico y los agentes decidieron reducirle disparándole con los tasers hasta seis veces, dejándole inconsciente. Por lo visto tardaron cerca de dos horas en llevar a Sledge Hammer al hospital, que estaba a 10 minutos, pero ya era demasiado tarde: los daños cerebrales eran muy severos.
De esta forma tan trágica se va un profesional tremendamente dotado para su oficio, pero sobre todo una persona que pedía ayuda a gritos. Una víctima más que demuestra los graves problemas de la policía (que clasificó el caso como violencia doméstica) para lidiar con situaciones relacionadas con la enfermedad mental.
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