Con la idea de revelar el lado más humano de los protagonistas y mostrar la industria del porno desde otra perspectiva, la fofógrafo Sophie Ebrard acompañó durante 4 años al director Gazzman mientras éste realizaba películas por todo el mundo. Con este trabajo (presentado recientemente en la Unseen Photo Fair de Amsterdam) quería exponer esos momentos íntimos —a través de elegantes y elaboradas composiciones— que surjen en las producciones porno y que pocas veces quedan reflejados en el resultado final. Gracias a Eva.
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