Kylie Page, actriz del cine para adultos de 28 años, fue hallada muerta en su apartamento de West Hollywood el pasado miércoles. Su madre sospecha que falleció por una sobredosis accidental, posiblemente de fentanilo, debido a sus antecedentes de adicciones y recaídas. Page había luchado contra el abuso de sustancias desde que entró en la industria en 2016. Aunque mostró señales recientes de recuperación y volvió a grabar con productoras como Brazzers, también sufría problemas emocionales, a lo que se sumaba una relación íntima abusiva. Nacida en Tulsa, Oklahoma, Kylie destacó en su infancia como artista, especialmente en la música. A los 19 años ingresó en el mundo del porno tras responder a un anuncio en Craigslist. Su aparición en el documental Hot Girls Wanted la impulsó a la fama, aunque nunca consintió su emisión. Durante su carrera Kylie vivió momentos de depresión, lo que le hizo alejarse por temporadas de la industria. Su muerte ha conmocionado al mundo del porno, donde muchas figuras como Leah Gotti o Uma Jolie le rindieron homenaje. Sus seres queridos recordaron su calidez, talento y personalidad alegre, pero también lamentaron no haber podido ayudarla más. Kylie deja tras de sí una historia marcada por el talento, el dolor y una industria que no siempre supo protegerla.
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