Siempre hablamos del fenómeno MILF como una corriente estético-erótica que se fraguó hace relativamente poco, cuando alguien le puso un nombre más llamativo a las maduritas de toda la vida. Pero lo cierto es que ya había casos, aunque mucho menos habituales, en el mundo del erotismo vintage: a ese mismo criterio físico respondería hoy en día la señorita Linda West, una mujer no especialmente agraciada en el rostro ni demasiado joven, pero con unas proporciones que en los años 50s debieron de levantar pasiones en las revistas para las que posó.
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