El arte pornográfico ha desarrollado una casi infinita diversidad de planos cinematográficos en los que lleva al escenario sexual a cualquier situación de la vida cotidiana. Nada escapa a las posibilidades del placer expresado en deseo sexual. La fantasía busca su realidad. Y es real que más de una vez hemos follado con alguien mientras está dormido o finge estarlo, a lo cual por estas tierras conocemos como hacer “el mañanero”. Común en la vida diaria, llevarlo al set de filmación requiere de gran habilidad de concentración para interpretar coherentemente al personaje dormido; es decir, hacer creíble que no siente, ni en sueños, que lo están jodiendo.
En la industria porno este tema se aloja en sitios con el denominador común de este estado somnoliento en cualquier idioma. En uno de estos encontré esta escena protagonizada por Alexa 18, quien desarrolla más que bien al personaje. Fijaos en cómo su rostro logra ocultar toda expresión de excitación, aunque la lubricidad de su entrepierna delate lo contrario. Esta pequeña canadiense (parecida a las tepiteñas) de apenas 165 cm de estatura y 48 kg de peso, de breves tetas que caben en la talla 32b y ojos color marrón o verdes, sin marcas en su delgado cuerpo, nos da una demostración de que sus aspiraciones de ser actriz y no sólo pornógrafa iban en serio. Durante 27 minutos aguantó a nalga firme, sin lanzar algún gemido, ningún grito, ni abrir la boca o morderse el labio inferior como es característica femenina mientras gozan del «metesaca». Y eso en varias posiciones: algunas realmente incómodas por estarlo haciendo sobre un sillón que, entre otras minucias decorativas, no combina con el color de la pared.
Mirando otras similares, os daréis cuenta de que no todas tienen tan buen desempeño y duran menos porque acaban gritando.
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