Cuando Connie Perignon dijo que quería una entrada triunfal en Deeper, no se refería precisamente a tomarse un café con pastas con el director. En su debut, la actriz porno taiwanesa se metió de lleno en una fantasía a lo Eyes Wide Shut, la última película de Stanley Kubrick. pero en versión salvaje. Es decir, menos monólogos crípticos y más corsés de cuero, látigos y collares con llavecita. Bienvenidos a Bare Witness, la escena donde hasta Kubrick se habría puesto palote. La dirección corre a cargo de W.C. Walker, que se ha tomado muy en serio lo de homenajear la mítica orgía enmascarada del film de culto. En esta versión las máscaras siguen, pero también hay una Connie empoderada, dominatrix total, que entra en escena en modo “reina del deseo”. A su lado, Kazumi —igual de misteriosa, igual de entregada— lleva el collar, pero es Anton Harden quien tiene las llaves…

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