Con 1,86 de pura estampa amazónica, Bella Rolland no pasó desapercibida en sus primeros castings ni en la actualidad en sus encuentros candentes. Esta californiana de Sacramento, que pronto cumplirá 31 años, es el sueño húmedo de los amantes de las chicas altas y bien provistas: buenas tetas naturales, caderas para agarrarse y unos pies tan grandes que podrían usarse como armas arrojadizas (talla 44/45, para que os hagáis una idea). Y no os dejéis engañar por su sonrisa de chica buena, Bella es una fiera en los rodajes. Empezó con la webcam y en Snapchat Premium (gracias a un novio que le insistió en monetizar su naturaleza libidinosa), pero cuando el modelaje picante no le daba para pagar las facturas, se lanzó al porno como un elefante en una cacharrería. Ya en su tercera escena (Alien Probe para Holed) dejó claro que no hay agujero sagrado para ella. En Anal Heartbreakers 6 (Evil Angel), Mark Wood le hizo el menú completo: anal, facial, garganta profunda y ass to mouth. Y ella, tan pancha. «Me encanta el anal en mi vida privada», confiesa. «Fue un tío de Tinder quien me enseñó a disfrutarlo». También dice que odia trabajar con chicos jóvenes, «Mi última pareja tenía 56 años». «El sexo rápido no es lo mío, prefiero la tensión sexual», concluye.

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