Sus ojos grandes y penetrantes y sus labios carnosos rezuman morbo a raudales, especialmente cuando se la ve succionando miembros y posando la mirada fija en su amante. Es por ello que las escenas en formato POV son una buena elección a la hora de fantasear contemplando a Alina practicando sexo. Así es el tipo de rodaje que aborda siempre Dad Crush, que también juega con el tabú del deseo sexual entre padrastros e hijastras jóvenes y macizas que acaban entregándose a los placeres carnales más pecaminosos e inconfesables.
Bola extra (Hard X)
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