Ada Paradiso parece haber nacido para prender fuego a las cámaras. Y es que esta italiana de 20 años, criada en un pequeño pueblo perdido de Cerdeña, creció soñando con ser actriz y con meterse en el porno, aunque eso lo mantuvo en secreto hasta que la descubrió Rocco Siffredi. Así que dejó los clubs suizos donde bailaba y se tiró de cabeza al porno hardcore, donde encontró su lugar natural. Hoy vive en España, quiere establecerse en Barcelona y confiesa que le encanta todo del oficio: actuar, follar y, sobre todo, ser libre. “Me gusta el sexo duro y apasionado”, dice, con esa mezcla de ternura y fuego que solo tienen las italianas. Su debut en LittleCaprice-Dreams.com la mostró como una influencer exiliada en Mallorca, seducida por un jardinero muy aficionado al riego, de toda índole. Escena de lujo, sol, piscina y una Ada entregada al placer con una naturalidad que no se ensaya. Productores como Marcello Bravo ya la señalan como “una bomba en potencia”, y ella lo intenta confirmar en cada escena.
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