En Bangin’ Assholes de Evil Angel, el pornógrafo rectalmente obsesivo Mike Adriano explora su orificio femenino favorito usando la lengua y lo que salga de su cabeza degenerada en cualquier momento. Excepto en una, todas las scenas de la cinta ofrecen una visión POV tan clásica e inconfundible como siempre en su filmografía aplicada a dos señoritas dispuestas a dilatar todo lo dilatable a escasos milímetros del objetivo. En una de ellas, además, la diferencia de edad es clave: Simone Sonay tiene 43 años y Melissa May solo 19. Una lo ha visto todo en el porno, y a la otra le queda de todo por ver. En cada transmisión de fluidos casi puede apreciarse el trasvase, también, de conocimiento.
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