Anna de Ville

Al referirnos a Anna de Ville, podríamos decir que se trata de una actriz de culto dentro del género pornográfico; una actriz desconocida para el consumidor medio de porno, pero enormemente carismática para un sector del público más experto en la materia. No es para menos, puesto que la relación de Anna de Ville con la industria se traduce en un virtuosismo sexual difícilmente equiparable, superando en desempeño sexual a muchos de los grandes nombres del gremio.
Anna de Ville creció en Portland, Oregón. Después de acabar sus estudios primarios, ingresó en la academia de artes, aunque terminó abandonándola en el segundo año. Siendo aún adolescente y estando aún en la escuela secundaria, comenzó a trabajar en una tienda de una famosa cadena estadounidense (Hot Topic), motivo por el que terminó abandonando sus estudios. Tras este empleo, estuvo trabajando durante cuatro años en un comercio minorista, hasta que lo dejó también para dedicarse plenamente al porno, con el apoyo total de su familia, según comenta ella misma. De hecho, su padre le ayudó a trasladarse a Los Ángeles y a realizar la mudanza a su nueva vivienda.

En un principio se dio a conocer en el mundillo como Anna Lee en honor al último poema Annabel Lee de Edgar Allan Poe. Finalmente, pensó que ese apellido era demasiado común, así que recordó que en una ocasión se disfrazó como Cruella de Vil (personaje de “101 dálmatas”) y decidió adoptar Anna de Ville como nombre artístico.

Anna es una actriz totalmente entregada a su profesión, destacando especialmente en las rodajes de sexo anal, en las que parece no tener límites. Además, es enormemente atractiva y posee una hermosa figura natural adornada con llamativos tatuajes. Ha sido nominada a diferentes premios de la industria pornográfica en numerosas ocasiones, y ha obtenido un total de cinco galardones, entre ellos, un premio AVN en la categoría de “Mejor escena de sexo lésbico grupal en producción extranjera”.