No la habíamos visto aún actuar en la parroquia orgasmátrica, pero esta menuda neoyorkina del mismo Brooklyn ya lleva más de un año dando ruido en el mundo del porno. Sus bazas quedan claras desde el primer momento: presume de sangre latina (tiene raíces italianas, puertorriqueñas y colombianas) y lo demuestra con el clásico cuerpo recogidito (157 de estatura) y muy, muy culón. Por si fuera poco, Nikki Delano no le tiene ningún miedo al sexo anal, tal como demuestra aquí con James Deen, aunque este cambio de look que ha dado últimamente, con el pelo teñido de rubio platino y los labios llenos de colágeno, quizá haya sido una decisión algo cuestionable.
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