Parapléjica porque sí

Parapléjica porque sí

Su doctorado por la Universidad de Cambridge no parece haber evitado que Chloe-Jennings White esté como una puta cabra. A sus 58 años, esta investigadora científica de Salt Lake City, en Utah, se desplaza a todas partes en su silla de ruedas y vive una vida de obstáculos y dificultades debido a sus limitaciones… autoimpuestas: Chloe tiene la fantasía de ser parapléjica y no sentir sus extremidades de cintura para abajo pese a que su cuerpo está sano como un roble y no tiene problemas en salir de su papel de discapacitada cuando la situación lo requiere. La gente flipa lo indecible cuando la ve levantarse de su silla, plegarla, meterla en el maletero de su coche y caminar hasta el asiento del conductor.

Pero Chloe quiere algo más: la muy zumbada ha tratado de lesionarse a toda costa teniendo accidentes de esquí y de automóvil, aunque dice que fueron impulsos inconscientes. Ahora pretende que un cirujano la opere e incluso ha encontrado a uno dispuesto a seccionarle el nervio ciático para paralizar sus piernas, pero el coste de la operación demasiado alto. Dice que piensa ahorrar y que tarde o temprano lo va a conseguir.

Su psiquiatra la ha diagnosticado con Desorden de identidad de la integridad corporal, una afección cerebral que provoca que el enfermo rechace sus propios miembros y busque la forma de hacer que la realidad encaje con su percepción amputándose o quedando paralizado. No obstante él lo tiene claro: mejor que se quede parapléjica a que se suicide.

Remember: Leah Caprice, la exhibicionista parapléjica.

Comentarios

Hola, usamos cookies. Si continúas navegando, aceptas nuestra política de privacidad.