El caso de Eva Lovia me recuerda, salvando las distancias, al de la checa Nessa Devil en sus buenos tiempos: ambas se han ganado la notoriedad no tanto por ejercer bien su trabajo en el porno como por la peculiaridad de sus físicos (Nessa era extrañamente alargada, majestuosa; Eva está descompensada, tiene las extremidades cortas, lo que favorece la rotundidad de sus hermosas caderas, su musculoso culo y su bellísima expresión juvenil) y las dos se clavaron en el corazón de los fans.
Hoy Eva todavía está lejos del proceso de decadencia de Nessa, y sigue irrumpiendo más profundamente en el porno a cada nueva escena heterosexual que publica. Hace algunas semanas volvió a Twistys, una de las webs que más empujó para popularizar a Eva cuando solo posaba desnuda, y esta vez lo ha hecho para comerse un rabo. Una escena glamcore que consagraba una nueva era.
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